INGREDIENTES:
- 1 costillar de cerdo (12 costillas aproximadamente)
- 1 taza de salsa barbacoa, casera preferiblemente
- Sal
- Pimienta negra
- Pimienta blanca
- Pimienta de cayena en polvo
- Comino molido
- Romero
- Ajo en polvo
- Cebolla en polvo
- Azúcar morena
- Para la salsa barbacoa:
- 1 taza salsa de tomate (Ketchup)
- ¼ de taza de salsa worcestershire
- 1 cucharada de miel de abejas
- ½ cucharadita de mostaza de dijón (puedes usar también mostaza tradicional)
- ¼ de cebolla picada en cubos pequeños
- 1 diente de ajo
- Sal
- Pimienta
PREPARACIÓN
Luego de revisar que tu pieza de costillas esté limpia y sin excesos de grasa ponle sal por ambas caras.
Prepara la mezcla de especias: pon el azúcar morena, la pimienta negra, la pimienta de cayena, el comino, romero, la cebolla y el ajo en un mismo recipiente y mezcla bien. Ahora simplemente échaselas a los costillares de manera uniforme por ambas caras.
Mete las costillas en un recipiente donde quepan cómodamente y déjalas una hora tapadas en el frigorífico.
Si no tienes lista la salsa barbacoa, aprovecha este momento para prepararla como te expliqué más arriba.
Transcurrida 1 hora, precalienta el horno a 120 grados centígrados.
Pon las costillas en una bandeja grande, donde quepan cómodamente, con la cara que tiene más carne para arriba.
Si tienes una rejilla que las eleve un poco dentro de la bandeja, úsala.
Tapa la bandeja con papel aluminio. Mete al horno y deja que se cocinen por 2 horas y media aproximadamente.
Transcurrido este período de tiempo quítales el papel aluminio y deja que se horneen por 90 minutos más.
Unos 10 minutos antes de que se cumpla el tiempo, vuelve a abrir el horno, saca la bandeja con las costillas y báñalas por ambas caras con la salsa barbacoa. Puedes ayudarte con una brocha para que queden bien impregnadas.
Mete nuevamente las costillas al horno y sube la temperatura a 200 grados.
Deja cocinar 10 minutos más, vigilando que no comiencen a quemar.
Si las quieres más marrones, cocínalas más tiempo, pero ten cuidado.
Una vez listas, apaga el horno y simplemente saca tus costillas, ponlas en una tabla de madera y llévalas a la mesa con una ración extra de salsa BBQ en un envase para que cada quien le ponga a su antojo.