2 cucharadas de harina de trigo (o almidón o harina de maíz, tipo Maicena)
1 pizca de nuez moscada
Sal y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)
Aceite de oliva extra virgen Huerto Alamein
½ cucharada de mantequilla
PREPARACIÓN
Picamos, muy pequeño, la cebolla, los dientes de ajo y la zanahoria. Lo ponemos a pochar en una sartén grande y honda. Añadimos un chorro generoso de aceite de oliva que cubra el fondo de la sartén.
Sofreímos todo durante 15 minutos hasta que reduzca líquido y se pochen todos los ingredientes. Debe de quedar la cebolla y el ajo con un tono dorado y la zanahoria esté bien tierna, estará esperando a la carne.
Sa lpimentamos la carne picada de cerdo y la mezclamos con las tiras de jamón.
Cuando el sofrito esté listo añadimos la carne y jamón. Rehogamos a fuego bajo, con el resto de ingredientes durante 7 minutos hasta que reduzca. Cuando la carne coja un tono marrón, le añadimos las dos cucharadas colmadas de harina y la nata líquida.
Removemos hasta que los ingredientes queden bien ligados. Añadimos una pizca de nuez moscada. Mezclamos y, si lo deseamos, añadimos algo más de nata, ¡al gusto! Para los muy salseros. Si os gusta que la carne quede con algo más de salsa. Podéis añadir un poco más de nata líquida (2 o 3 cucharadas o 50 ml), hasta que la bechamel ligue con la carne picada a nuestro gusto.
En caso de que os paséis añadiendo nata, ¡no os asustéis!, una cucharada más de harina y asunto arreglado. Rectificamos el punto de sal y reservamos.
Preparamos las berenjenas. Lavamos las berenjenas, las quitamos el rabo y las abrimos al centro. Para quitarles un poco el amargor llenamos un bol grande con agua con abundante sal, unas 3 cucharadas.
Dejamos las berenjenas reposando en este agua durante 15 minutos para quitar el amargor que pudiera tener la carne de la berenjena. Lavamos los trozos de berenjena y los secamos con papel absorbente.
Vaciamos con mucho cuidado cada mitad. Lo mejor es hacerlo con una cucharilla pequeña o un cuchillo dejando un poco de pulpa rodeando la piel. Así se mantendrá firme en el posterior horneado y además de ricas nos quedarán bonitas. El hueco deberá ser lo justo como para tener un buen espacio que podamos rellenar luego.
En una cacerola grande ponemos agua a hervir con un poco de sal. Cuando el agua hierva, añadimos las berenjenas. Cuando el agua retome la ebullición, las tapamos y dejamos unos 5 minutos o hasta que la carne de la berenjena esté tierna.
Una vez tengamos las berenjenas en su punto hacemos un poco de hueco para poder rellenarlas. Las vaciamos con una cuchara de postre o un vaciador de manzanas. Raspamos con sumo cuidado para no estropear demasiado la hortaliza y siempre dejando por lo menos un dedo de berenjena. Tiene que quedar con bastante pulpa.
Picamos muy fina la berenjena que hemos sacado y la juntamos con el relleno de la carne, muy bien para que junten los sabores. Reservamos la mezcla en un plato para el posterior relleno.
Precalentamos el horno a 180° C en posición gratinado.
Untamos una fuente grande de horno con un poco de mantequilla y ponemos encima las berenjenas. Rellenamos las berenjenas con mezcla que tenemos reservada y ponemos por encima de la carne un poco de queso para gratinar.
Introducimos las berenjenas en el horno y las dejamos, a 200° C en posición gratinado. Las dejamos hasta que el queso adquiera un tono dorado oscuro o marrón. Servimos recién salidas del horno.