PREPARACIÓN

Para comenzar, cortamos los calabacines por la mitad longitudinalmente -a lo largo- y los colocamos en una bandeja de horno. Ahora, hacemos unos cortes en forma de rejilla por toda la superficie del calabacín, echamos un chorrito de aceite por encima e introducimos la bandeja en el horno previamente calentado a 180ºC.

Mientras se cocinan -tardarán unos 30 minutos aproximandamente- preparamos el sofrito de nuestros calabacines rellenos de pollo y champiñones. En una sartén, ponemos un chorrito de aceite a calentar a fuego medio. Cuando esté caliente, añadimos los dientes de ajo, la cebolla y el pimiento rojo, todos estos ingredientes bien picados. Salpimentamos y removemos para mezclarlos bien. Dejamos cocinar unos 10 minutos.

Cuando la verdura esté cocinada, añadimos los champiñones cortados en cuartos. Subimos la potencia del fuego a fuerte y removemos mientras cocinamos todo unos 2 minutos más.

A continuación, es el turno de agregar el pollo cortado en pequeños cubos. Sin bajar la potencia del fuego, removemos para mezclar bien todos los ingredientes y cocinamos todo otros 4 minutos más, que el pollo se cocine bien por todas sus caras.

Hecho esto, añadimos el tomate triturado al sofrito. Removemos nuevamente y dejamos cocinar a fuego medio unos 10 minutos.

Cuando los calabacines estén cocinados, retiramos la bandeja del horno, dejamos que se enfríen brevemente y retiramos la carne de los calabacines con ayuda de una cuchara. Reservamos la piel.

Añadimos la carne de los calabacines al sofrito. Lo integramos con el resto de ingredientes y dejamos que se enfríe.

Rellenamos cada una de las pieles del calabacín con este sofrito. Añadimos una buena cantidad de relleno, que no nos quede nada en la sartén. Después, espolvoreamos su superficie con queso para gratinar. Introducimos de nuevo la bandeja en el horno previamente calentado a 200ºC. Cocinamos hasta que el queso se gratine. Servimos inmediatamente.